lunes, 11 de julio de 2011

El encanto del peligro

Hoy me he sentido como Bill Murray en "Atrapado en el Tiempo". La gente de Bishop resultaba entrañable en el gesto pero desconfiada en la realidad ante un desconocido, lógico. Ese punto intermedio tan necesario muchas veces.

Hoy era el día de Yosemite. Accediendo por el paso Tioga a 3000 metros de altura entras al Parque por la zona Este. Lo primero es encontrarte con Ellery Lake, una maravilla de contraste entre las nieves perpetuas de la Sierra Neva y el agua cristalina de este lago. El resto, según te adentras en Yosemite Valley, es una postal constante. Posiblemente es de los sitios más maravillosos que he visto en mi vida, una mezcla de las imágenes de la naturaleza más esplendorosa combinada con ese silencio propio de espacios sobrecogedores.  Las diferentes vistas de la Catarata de Bridalveil, Las paredes de El Capitan, o los Toulumne Meadows te obligan a hacer paradas en cada cambio de rasante o salida de cada curva de la carretera que serpentea por el interior. Precisamente hoy ha sido la primera vez que he tenido que pararme a dormir un poquito. Eran sobre las 12 y he sentido que me desconcentraba en la conducción. He elegido un bosque con buena sombra y ha sido la mejor decisión que podía tomar para poder disfrutar del día con seguridad.

Trampa para osos
En Yosemite estamos en territorio del oso negro. La señales de la carretera avisan de que "la velocidad mata osos" y en la entrada te recuerdan que una marca roja en el bosque es aviso de avistamiento de algún ejemplar. Suena a "que bonita aventura" pero hay que tomarse esto muy en serio. No es habitual un ataque, pero si un encuentro. La semana pasada, en el Parque de Yellowstone, un matrimonio fue atacado por el hermano grande del negro, el oso grizzlie. La mujer pudo escapar del ataque en el que su marido de 54 años falleció víctima de los mordiscos y zarpazos del oso. Si vais con la idea de hacer un picnic en cualquiera de las zonas diseñadas para ello, recordad que es muy importante guardar la comida en los arcones metálicos que ponen en cada una de estas zonas para evitar que los osos huelan vuestra comida y podáis tener un problemón. Ese parece que fue el error fatal del matrimonio de Yellowstone.

Hoy descanso en Oakhurst, un pueblo con poco encanto en la carretera de Fresno y a unas 20 millas de la entrada oeste del Parque, al que mañana pienso volver. Aquí no hay muchas casas, pero si hay Burguer King, McDonalds, Starbucks y Taco Bell. Para cuestiones de fe hay Iglesia de la cienciologia, que nunca viene de más en mitad de la nada (?). Cargamos pilas y vuelta a Yosemite.

P.D Estoy en uno de esos hoteles, sí. En los que parece que el asesino merodea toda la noche por las puertas que dan a la calle...

1 comentario:

  1. Hector!

    Me encanta seguir tu viaje! Sobretodo porque me trae tantísimos recuerdos de cuando estuve ahí en febrero! la ruta que hice es muy parecida a la tuya (sin NY), raod trip on my own, muchos km pero vale la pena. En un principio no tenia previsto ir a Yosemite pero con esto de viajar sola, vas más rápido de lo habitual y me sobraba tiempo y decidí hacer la kilometrada y me fui para allí.

    Sinceramente, una de las mejores decisiones. Me atrevería a decirte que lo mejor del viaje (aunque la Highway 1 no se queda nada corta). No sé si lo has hecho ya, pero si mañana vuelves deja el coche y haz algun "trail". yo hice el "4 mile trail" y aunque no pude llegar hasta arriba de todo pq la nieve me bloqueaba (y cargada como iba, con mis converse y sola, q no me crucé a nadie en todo el camino, pasé de jugármela -el hecho de acabar de ver 127 horas también afecto! xD-) vale mucho la pena!!

    Bueno, siento la chapa!
    sigue disfrutando del viaje! yo te seguiré desde aquí muerta de envidia!
    cualquier cosa ya sabes!

    Agur!
    @martaballus

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