Han pasado 4 años. Si lees la última línea de la anterior entrada no tendrás complicado distinguir a una persona ilusionada. No me equivoqué en casi nada, sobre todo en lo más importante: lo mejor de iniciar un camino es compartirlo. Hubo un día, un año antes de que eligieran por mi, que quise elegir yo. Si no te sientes imprescindible o mas importante de lo que verdaderamente eres los árboles del bosque nunca te tapan el camino. El error fue pensar que, a lo mejor, podía dar la vuelta a algo irrecuperable. Por eso yo no me rendí, por eso y por todo lo bueno, que es casi todo.
No he escrito nada aquí y me arrepiento. Quizá debí "vomitar" unas cuantas cosas y a lo mejor, en un entorno acostumbrado a actuar como "El perro de Paulov", me hubiese ido mejor. O no, porque seguramente hubiese dormido peor. Cada uno responde a sus impulsos de la mejor manera que conoce para canalizar determinadas situaciones que a mi, en estos últimos tiempos, me vinieron grandes. Eso si, lo mejor de sentirte pequeño es que sabes que sólo puedes crecer y sólo lo haces cuando no sientes miedo por casi nada.
Me siento mejor. Me siento como alguien que ha llegado a una meta y, simplemente, tiene que mirar atrás para estudiar cómo ha sido la carrera. Y ha sido un carrerón. Si pudiera contar contra todo lo que hemos peleado y cuantas zancadillas nos han puesto se podría entender que no ha sido un camino de rosas. Por eso hoy cuesta mas poner buena cara y hacer aquello de "aquí no ha pasado nada". Han pasado muchas cosas, demasiadas. No se trata de pasar facturas pero si de saber en qué has aprendido y qué no volverías a hacer. De las personas, simplemente, saber a qué lado poner a cada una. Las que importan y las que no, a las que les importas y las que te utilizan.
Hoy sé que no te puedes fiar de casi nadie y que las palabras se las lleva el viento. Hoy sé que, efectivamente, hay gente que está dispuesta a todo por conseguir algo. Hoy sé lo que duele herir a quien quieres o que es fácil reprochar a los demás lo que tú no estás dispuesto a corregir. Hoy sé qué se siente cuando eres un número y no una persona y qué hay detrás de la envidia o la ira. Hoy sé lo que es el honor y el respeto de verdad y por qué y con quién me iría al fin del mundo. Sé quienes son los que me traicionaron y sé que la mentira es temporal y ni el tiempo la sostiene. Hoy sé a quién confiaría un secreto y que los trenes pasan una vez y no otra. Hoy sé algo más, pero que ni de lejos sé todo. Hoy sé que ya no soy el mismo.
PD. En Septiembre de 2012 empecé a dirigir "Al Primer Toque" y en Junio de 2016 dejé de hacerlo. Estoy orgulloso de todos los que lo hicieron conmigo y de cómo lo hemos hecho. Si en algún momento leyendo esto crees que hablo de la meta te confundes. Esto no ha hecho nada mas que empezar.