miércoles, 8 de febrero de 2012

El Lobo de Minneapolis

Hace poco un "follower" me comentaba que sería bonito que para definir la aparición de Rubio en la NBA usaramos el hastag #Rickyoftheyear. No sé cuantos esperaban un aterrizaje como el del base. Yo era de los que entendía que aquello le iba bien, pero no me atrevía a decir lo de "como anillo al dedo".

En el mundo deporte hay gran parte de talento, pero hay una porción de suerte que te debe acompañar en el momento adecuado. ¿Qué hubiese pasado si Ricky no hubiera fichado por el Barça?. Sé que es ventajismo, pero imaginad por un segundo que todos aquellos palos que recibió Rubio de aquí y de allá hubieran cuajado y de la Penya hubiera pasado a tomar el timón de los Timberwolves de Rambis. Nadie lo sabe.Otros personajes, otras situaciones, otra realidad.


La única verdad es que ya es un icono en USA. Su juego deslumbra, sus compañeros le respetan, el negocio le entiende y las marcas se lo rifan. Lo tiene absolutamente todo a favor. Llama la atención que esto contrasta con su último año en Europa, donde por momentos parecía que el base de El Masnou bostezaba ante lo que tenía delante. No hay que culpar a nadie, al igual que cuando otros soberbios talentos europeos han cogido tan rápido el camino de retorno como lo hicieron en su ida. Será que, como decía Montes, Ricky "Business" se maneja mucho mejor en aquel ámbito, que las luces no le ciegan y que está sacando partido de ello.

No obstante no lancemos las campanas al vuelo. Queda trayecto, hay tiempo para que veamos cosas mejores si todo sigue igual. Que siga. Que vuele.

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